¿Cómo se fabrica un Joker?
¿Como se fabrica un Joker?
Quisiera recomendaros encarecidamente que vayáis a ver la película del Joker. De igual manera que me sorprendió Logan en su momento, la visión desde un punto de vista más real del mundo de los héroes y villanos hace interesante, desde el punto de vista sociológico, la visualización de estas cintas. Lo impactante de esta peli del Joker es que ((¡¡ATENCIÓN SPOILERS!!)) ves como un buen hombre, muy traumatizado y con una condición mental desordenada y enferma (Posiblemente síndrome pseudobulbar) se convierte en asesino a causa de la influencia de dos condicionantes: El maltrato y la injusticia. Al final acabas solidarizándote con el personaje y con que cometa lo que comete (¡¡STOP SPOILER!!).
El maltrato es, por un lado la fuente del odio, las personas maltratadas, con dolor físico, psicológico o emocional despiertan odio por diversos objetos. A veces es por la fuente de su dolor, a veces es por sí mismos -Lo cual lleva al suicidio- y otras por otras fuentes ajenas al problema sobre las cuales se proyecta la responsabilidad. Y el odio es una fuerza tan intensa como el amor pero en el sentido contrario, procura el mal más vil para el objeto de lo que se odia.
La injusticia sin embargo es diferente. El odio puede ser eliminado con perdón, pero el ser humano, por sí mismo, es prácticamente incapaz de perdonar a menos que exista algún tipo de restitución. Lo enseñamos a los niños desde pequeños, hay que restituir el daño, hay que mostrar arrepentimiento, hay que pedir perdón. Una vez que se perdona, y se cumple el castigo, la justicia elimina el odio. Pero el ser humano no es perfecto, y su justicia por tanto es parcial e incapaz de disipar ese odio. Mucho más cuando lo que se dispensa ni siquiera tiene visos de ser justo. Al personaje del Joker le pegan dos palizas, le roban y le despiden sin posibilidad de defenderse. Es esa incapacidad de satisfacción de la restitución, lo que hace que el odio se enclaustre y pase del simple deseo de hacer cosas malas a la acción deliberada.
Hoy se juzga el caso de Rodrigo Lanza, que presuntamente asesinó a un hombre por llevar unos tirantes de España, y sinceramente, creo que es culpable del asesinato, a pesar de que eso no tenga relevancia. Lo interesante de este caso es que años atrás este muchacho, cuando tenía veintiún años pareció ser parte de una confabulación en la que terminó siendo cabeza de turco, presuntamente, de las lesiones recibidas por un golpe al ser lanzada una maceta desde un balcón a un policía. Por aquel caso, él, y algunos de sus amigos recibieron palizas y torturas -Documentadas por los médicos-, presuntamente por parte de la policía, y dos años de prisión preventiva que después resultaron ser casi cuatro y medio y dos de libertad condicional. Pero fruto de aquello hubo una chica acusada, también al parecer de una manera completamente arbitraria, para la cual el trauma de vivir un paso por la cárcel de manera injusta la llevó a terminar suicidándose.
Después de todo esto se hizo un documental del caso en el cual Rodrigo Lanza declaró que en su vida buscaba venganza. Y no quiero ni justificarlo ni defenderlo, Rodrigo Lanza es el tipo de persona a la que yo no entiendo ni en sus inicios siquiera, si nos encontráramos estudiando lo mismo, o jugando en el mismo equipo, no nos haríamos amigos, creo, a pesar de que yo trato de ser amigable con todo el mundo. Sin embargo, quizás de una persona que se encontraba en una carga de la policía y que quizás tenia ciertos componentes anti-sistema, puede que una persona un tanto violenta, el odio hizo un presunto asesino.
El corazón es, metafóricamente hablando, el lugar dónde habitan nuestras emociones, podemos amar o podemos odiar y en función de una u otra cosa haremos cosas buenas o malas. El odio engrandecido destroza todo corazón, y no hay crimen más atroz que el verdadero crimen de odio, no el que se tipifica hoy, sino el crimen que proviene de haber amasado por años el odio, la necesidad de venganza. ¿Cómo se fabrica un asesino? Tomen a alguien y trátenlo mal, luego niéguense a darle toda posibilidad de reparación, denle injusticia, y si puede ser, repitan todo el proceso una y otra vez... Y tendrán a alguien capaz de matar a patadas, a golpes de barra, a mordiscos, a machetazos.
¿Quieren curar estos males? Me gusta la serie de "The walking dead" y hay un personaje, Morgan, que encuentra la redención a través de un camino de paz y perdón basado en una disciplina pacífica y en la cual se niega a sesgar vidas humanas. A un asesino no se le cura en la cárcel, en la cárcel nos protegemos de ellos, pero al salir son tan asesinos como entraron si no ocurre nada de por medio. Si la enfermedad es el odio, tendremos que sacar el odio de los corazones de gente como Rodrigo, si la fuente es el maltrato, tendrá que haber reparación y amor de por medio, si la fuente es la injusticia, justicia y reparación. Sea como sea, no dejen que más chicos acaben con sus huesos en la cárcel hasta hacerse ancianos por inundaciones de odio.
Quisiera recomendaros encarecidamente que vayáis a ver la película del Joker. De igual manera que me sorprendió Logan en su momento, la visión desde un punto de vista más real del mundo de los héroes y villanos hace interesante, desde el punto de vista sociológico, la visualización de estas cintas. Lo impactante de esta peli del Joker es que ((¡¡ATENCIÓN SPOILERS!!)) ves como un buen hombre, muy traumatizado y con una condición mental desordenada y enferma (Posiblemente síndrome pseudobulbar) se convierte en asesino a causa de la influencia de dos condicionantes: El maltrato y la injusticia. Al final acabas solidarizándote con el personaje y con que cometa lo que comete (¡¡STOP SPOILER!!).
El maltrato es, por un lado la fuente del odio, las personas maltratadas, con dolor físico, psicológico o emocional despiertan odio por diversos objetos. A veces es por la fuente de su dolor, a veces es por sí mismos -Lo cual lleva al suicidio- y otras por otras fuentes ajenas al problema sobre las cuales se proyecta la responsabilidad. Y el odio es una fuerza tan intensa como el amor pero en el sentido contrario, procura el mal más vil para el objeto de lo que se odia.
La injusticia sin embargo es diferente. El odio puede ser eliminado con perdón, pero el ser humano, por sí mismo, es prácticamente incapaz de perdonar a menos que exista algún tipo de restitución. Lo enseñamos a los niños desde pequeños, hay que restituir el daño, hay que mostrar arrepentimiento, hay que pedir perdón. Una vez que se perdona, y se cumple el castigo, la justicia elimina el odio. Pero el ser humano no es perfecto, y su justicia por tanto es parcial e incapaz de disipar ese odio. Mucho más cuando lo que se dispensa ni siquiera tiene visos de ser justo. Al personaje del Joker le pegan dos palizas, le roban y le despiden sin posibilidad de defenderse. Es esa incapacidad de satisfacción de la restitución, lo que hace que el odio se enclaustre y pase del simple deseo de hacer cosas malas a la acción deliberada.
Hoy se juzga el caso de Rodrigo Lanza, que presuntamente asesinó a un hombre por llevar unos tirantes de España, y sinceramente, creo que es culpable del asesinato, a pesar de que eso no tenga relevancia. Lo interesante de este caso es que años atrás este muchacho, cuando tenía veintiún años pareció ser parte de una confabulación en la que terminó siendo cabeza de turco, presuntamente, de las lesiones recibidas por un golpe al ser lanzada una maceta desde un balcón a un policía. Por aquel caso, él, y algunos de sus amigos recibieron palizas y torturas -Documentadas por los médicos-, presuntamente por parte de la policía, y dos años de prisión preventiva que después resultaron ser casi cuatro y medio y dos de libertad condicional. Pero fruto de aquello hubo una chica acusada, también al parecer de una manera completamente arbitraria, para la cual el trauma de vivir un paso por la cárcel de manera injusta la llevó a terminar suicidándose.
Después de todo esto se hizo un documental del caso en el cual Rodrigo Lanza declaró que en su vida buscaba venganza. Y no quiero ni justificarlo ni defenderlo, Rodrigo Lanza es el tipo de persona a la que yo no entiendo ni en sus inicios siquiera, si nos encontráramos estudiando lo mismo, o jugando en el mismo equipo, no nos haríamos amigos, creo, a pesar de que yo trato de ser amigable con todo el mundo. Sin embargo, quizás de una persona que se encontraba en una carga de la policía y que quizás tenia ciertos componentes anti-sistema, puede que una persona un tanto violenta, el odio hizo un presunto asesino.
El corazón es, metafóricamente hablando, el lugar dónde habitan nuestras emociones, podemos amar o podemos odiar y en función de una u otra cosa haremos cosas buenas o malas. El odio engrandecido destroza todo corazón, y no hay crimen más atroz que el verdadero crimen de odio, no el que se tipifica hoy, sino el crimen que proviene de haber amasado por años el odio, la necesidad de venganza. ¿Cómo se fabrica un asesino? Tomen a alguien y trátenlo mal, luego niéguense a darle toda posibilidad de reparación, denle injusticia, y si puede ser, repitan todo el proceso una y otra vez... Y tendrán a alguien capaz de matar a patadas, a golpes de barra, a mordiscos, a machetazos.
¿Quieren curar estos males? Me gusta la serie de "The walking dead" y hay un personaje, Morgan, que encuentra la redención a través de un camino de paz y perdón basado en una disciplina pacífica y en la cual se niega a sesgar vidas humanas. A un asesino no se le cura en la cárcel, en la cárcel nos protegemos de ellos, pero al salir son tan asesinos como entraron si no ocurre nada de por medio. Si la enfermedad es el odio, tendremos que sacar el odio de los corazones de gente como Rodrigo, si la fuente es el maltrato, tendrá que haber reparación y amor de por medio, si la fuente es la injusticia, justicia y reparación. Sea como sea, no dejen que más chicos acaben con sus huesos en la cárcel hasta hacerse ancianos por inundaciones de odio.
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